La leyenda del dybbuk

La leyenda del dybbuk, surgida de la teología judía, que afirma que se trata de almas que no han podido continuar con el ciclo de las reencarnaciones y vagan por el mundo de los vivos en busca de un cuerpo donde continuar con su existencia (Posesión demoniaca). Estos espectros buscan un lugar donde puedan satisfacer sus deseos y anhelos que no pudieron concretar cuando estaban vivos aunque hay que aclarar que nunca tienen buenas intenciones y la mayoría de las veces cuando un Dybbuk se mete en una persona generalmente acaba mal.
En el dybbuk el mal ha triunfado sobre el bien y por tal motivo intentan huir del castigo divino o acabar con asuntos pendientes. También puede suceder que sean las almas de personas malas como asesinos o violadores aunque en su gran mayoría son seres que se han desviado de la buena senda de Dios como borrachos o drogadictos.
Para poder exorcizar a una persona poseída por un dybbuk, es necesario un rabino experto en la Cabala, junto con otras 10 personas en un círculo dentro la sinagoga y haciendo sonar un cuerno para desorientar al espectro. Mientras se realiza el sonido, se debe leer el Salmo 91 en tres ocasiones para comunicarse con el dybbuk y de esta forma solicitarle que abandone el cuerpo mientras se le indica el camino correcto que debe seguir para traerle paz a su alma.

Como dato curioso, el Dybbuk suele vivir en una caja de madera que debe permanecer cerrada por los siglos… pobre del desafortunado que habrá la caja sin saber ya que desatará una cadena de acontecimientos perturbadores en su vida… Si alguna vez ves alguna caja con inscripciones judías cerrada, no trates abrirla bajo ninguna circunstancia pues has sido advertido

Los niños endemoniados de Illfurt

En el Sur de Alsacia, a dos horas de la Ciudad de Mulhouse, se encuentra el lugar de Illfurt, que antes de 1870 contaba unos 1.200 habitantes. Allí vivía la humilde y honrada familia Burner. El Padre, José Burner, era mercader ambulante y recorría la comarca vendiendo cerillas y yesca. La madre, María Ana Foltzer, cuidaba de sus cinco hijos, todos aún de corta edad.

El hijo mayor, Teobaldo, había nacido el 21 de Agosto de 1.857. A la edad de ocho años iban a la escuela de la localidad. Eran muchachos tranquilos, de mediano talento, algo enfermizos.
Durante el otoño de 1.864, Teobaldo y su hermano José cayeron enfermos de una dolencia misteriosa. Tanto el primer médico llamado, Doctor Levy, de Altkirch, como los demás facultativos sucesivamente consultados, no pudieron diagnosticar el mal que les aquejaba. Los medicamentos empleados no daban resultado. Teobaldo adelgazó de tal modo que parecía un espectro ambulante.
A partir del 25 de Septiembre de 1.865 se pudieron observar en los enfermos fenómenos asombrosamente anormales. Echados de espaldas se volvían y se revolvían como una peonza, con rapidez vertiginosa. Después se ponían a golpear sin cansarse el armazón de la cama y los demás muebles con fuerza sorprendente. Si se les preguntaba respondían entre convulsiones y espasmos seguidos de tal postración que permanecían durante horas enteras como muertos, sin hacer el menor movimiento, rígidos como cadáveres.
Muy a menudo fueron presa de un hambre imposible de calmar. El bajo vientre se les hinchaba de modo desmesurado y a los pobres niños les parecía que en sus estómagos les rodaba una bola o que un animal vivo se movía en ellos de arriba a abajo. Juntándose las piernas como varillas entrelazadas; nadie podía separarlas.
Durante este tiempo se le apareció a Teobaldo unas treinta veces un fantasma extraordinario, al que llamaba su amo. Tenía cabeza de ánade, uñas de gato, pies de caballo y el cuerpo de plumaje sucio. En cada aparición el fantasma volaba por encima de la cama y amenazaba con ahogarlo. Teobaldo, aterrorizado, se arrojaba hacía él y le arrancaba puñados de plumas, que entregaba a los muchos estupefactos testigos.
Ocurría esto en pleno día, en presencia de un centenar de testigos, entre los cuales había personas respetables, nada crédulas, dotadas de gran perspicacia y pertenecientes a todas las clases sociales. Todos pudieron convencerse de la imposibilidad de superchería alguna.
Las plumas despedían olor fétido y, cosa singular, quemadas no dejaban cenizas.
A veces una mano invisible levantaba a los niños junto con las sillas de madera en las que estaban sentados; ya en el aíre, los niños eran lanzados a un lado, mientras las sillas volaban hacia el lado opuesto.
En otra ocasión sintieron por todo el cuerpo dolorosas picaduras, y de debajo de sus vestidos sacaron tal cantidad de plumas y de algas que el suelo quedó cubierto enteramente. Aunque se les mudase camisas y vestidos, era inútil: plumas y algas reaparecían siempre.

Esas terribles convulsiones y toda suerte de malos tratos redujeron a los niños a tal estado que fue preciso hacerles guardar cama. Sus cuerpos se hinchaban de mala manera. Se encolerizaban violentamente, eran presa de verdadero furor cuando se les acercaba alguien con un objeto bendito, un crucifijo, una medalla, un rosario. Ya no rezaban; los nombres de Jesús, María, Espíritu Santo, etc, pronunciados por los presentes les hacían estremecer y temblar. Fantasmas, sólo de ellos visibles, llenándose de miedo y espanto.
Durante los dos primeros años, casi constantemente debieron de guardar cama. Dos o tres veces cada hora cruzaban las piernas de un modo completamente anormal, enlazándolas como hilos de un cordel y manteniéndolas tan apretadas que era imposible separarlas. Luego, súbitamente se desenredaban con la rapidez del relámpago.
A veces arqueaban el cuerpo apoyándose en el suelo con la cabeza y los pies y levantaban muy alto el vientre. Ninguna presión era capaz de devolver al cuerpo su posición natural, hasta que Satanás se dignaba dejar en paz a su víctima.

En 1869 Teobaldo fue exorcizado por el padre Souquat, quien descubrió que los demonios que poseían al niño se llamaban Oribás y Ypés. El exorcismo de José fue oficiado por el párroco Brey, que consiguió que el demonio abandonase el cuerpo del niño.
Los niños volvieron a su casa sin recordar absolutamente nada de lo sucedido ni reconocer a las personas que les habían observado. Sobre este caso, se escribió un libro titulado “El diablo. Sus palabras y sus actos en los endemoniados de Illfurt, Alsacia; según documentos históricos”, escrito por el Padre Sutter en Turín en 1935.

La historia real detras de la película “El Conjuro” es más terrorifica que la película misma

Basada en la historia de la familia Perron, la producción cuenta al detalle la experiencia vivida por Roger y Carolyn junto a sus cinco hijas en una granja de Harrisville, lugar donde vivieron por 9 años en la década de los 70.

Familia Perron

Tal como muestra la obra cinematográfica El Conjuro, los Perron comenzaron a vivir experiencias sobrenaturales en su hogar. Esto dio pie a que Los Warren, que eran investigadores de este tipo de hechos, se acercaran al recinto a investigar lo que allí sucedía, con previa invitación de los propietarios.
Entre llamados nocturnos a la puerta, “burbujas conversacionales” con fantasmas y apariciones extrañas, la familia Perron recuerda entre lo más recalcable a un espíritu llamado Bathsheba, que fue relacionado a una supuesta bruja que ofreció en sacrificio al propio demonio a un niño, previo a su muerte en 1885.
Bathsheba Thayer había nacido en al año de 1812 en Rhode Island. Se casó con Judson Sherman en 1844. Bathsheba tuvo una vida muy solitaria, fuera de lo normal. Fue excomulgada de la iglesia luego de ser acusada de asesinar a su bebé, dándolo en sacrificio al demonio. El pequeño cuerpo del bebé fue hallado con un objeto puntiagudo incrustado en su cabeza pero, ante la falta de pruebas contundentes, el caso fue cerrado y archivado. Hay una creencia común que Bathsheba tuvo más hijos, de los cuales la mayoría de ellos morirían antes de cumplir los cuatro años. Pero sus hijos no fueron sus únicas víctimas. Bathsheba también tenía fama de tratar con maldad a sus empleados, dejándolos sin alimentos por días y golpeándolos por cualquier pequeño problema. Cuando Bathsheba falleció el 25 de mayo de 1885, el forense observó en sus notas que nunca  jamás había visto algo semejante – su pequeño cuerpo se había solidificado de forma espeluznante. Cuenta la leyenda que Bathsheba se convirtió en piedra luego de su entierro.

 

La lapida rota de Bathsheba Sherman

Lapida con el nombre de Bathsheba

Al contrario de lo que la película muestra, los Warren jamás lograron apartar estos fenómenos del hogar Perron, en su lugar solo lograron que se intensificaran las manifestaciones y ataques a la familia, que de momento sigue con vida y forma parte de las pruebas más considerables del hecho.
Otra de las pruebas que cuenta con más fuerza es el libro escrito por Andrea Perron, la hija mayor, titulado como “House of Darkness, House of Light”. En el se narra de forma detallada y cronológica cada momento vivido en aquella terrorífica granja que jamás saldrá de la memoria de su familia, ni de los que pudieron ver El Conjuro.
                El Conjuro fue estrenada de forma exitosa y tuvo una gran recepción entre los fanáticos del cine, a sabiendas o no de la realidad de la situación, incluso, los Perron asistieron al estreno, como muestra de la verdadera investigación y existencia de esta escalofriante historia.
El verdadero desenlace de este aterrador suceso, se planta en el fracaso total de los Warren en sus reiterados intentos de despojar el lugar de todo mal o situación paranormal, que al empeorar la situación, llevó a la familia que habitó la granja a tomar medidas drásticas.

Los Warren: Investigadores de casos paranormales

Así, Roger y Carolyn Perron decidieron abandonar su hogar luego de casi una década de habitarlo bajo constantes miedos y torturas. Además se expusieron a un exorcismo que en muestra de suerte o de fe, liberó a la familia de Andrea, sus padres y sus cuatro hermanas de la historia narrada en su libro, del “insomnio visual” al que más de uno quedó prendado desde el minuto 1 de producción.

Andrea Perron en la actualidad

De esta forma, los Perron vivieron relativamente tranquilos hasta el dia de hoy.

Historias de terror basadas en hechos reales

La muerte de Elisa Lam

Elisa Lam fue vista por última vez el 31 de enero de 2013 en el lobby de un hotel de Los Ángeles. Se encontraba de vacaciones en la costa oeste de los Estados Unidos, documentaba su viaje en su blog, todos los días hablaba por teléfono con sus padres. El 31 de enero esas llamadas cesaron. Lam había desaparecido por completo. Pronto se involucró a la policía y sus parientes llegaron para ayudar con la búsqueda.
No encontraron nada. En febrero, la policía liberó un video de vigilancia del día de la desaparición de Lam. En el video se puede ver a la chica comportándose de manera extraña en un ascensor, parece que habla con alguien invisible, mira hacia la puerta, se agacha en una esquina y abre y cierra la puerta del ascensor. Lo que ocurre en la filmación trae más preguntas que respuestas. Algunas teorías afirman que sufría de una especie de psicosis. Otras van desde posesiones demoníacas hasta la idea de que había unos asaltantes que no se ven en el video en youtube.

A partir de ese momento, algunos huéspedes del hotel reportaron que ocurrían cosas extrañas, como que se cortara el suministro de agua. Como se reprodujo en un artículo de la CNN:

“La ducha era inservible” dijo Sabina Baugh, quien pasó ocho días allí durante la investigación. “Cuando abría la llave del agua, primero salía negra durante unos segundos, luego se volvía normal”. Al mismo tiempo, “el sabor era horrible” dijo Baugh. “Tenía un gusto realmente desagradable, me cuesta mucho describirlo”.

Pero por una semana, ella no se quejó con el hotel. “Nunca pensamos en hacerlo, creímos que era normal de esa manera”.
En la mañana del 19 de febrero, un empleado del hotel subió al techo y usó una escalera para investigar los tanques de agua. Allí es cuando las autoridades descubrieron el cuerpo desnudo y descompuesto de Lam. Sus pertenencias fueron encontradas cerca.
Luego de una autopsia su muerte fue declarada como “Accidental”. Un artículo de la NBC de Los Ángeles reportó sobre las extrañas circunstancias de lo ocurrido en el hotel:
El tanque tiene un pestillo de metal que puede ser abierto, pero las autoridades dicen que el acceso al techo está vigilado con un candado y alarma.Hemos sabido por un empleado del hotel que la habitación donde se alojó Elisa Lam tiene una historia inusual. “El acechador Nocturno” Richard Ramirez, quien fue encontrado culpable de 14 asesinatos en los años 80 vivió allí durante varios meses. También vivió allí el asesino serial Jack Unterweger, sospechado de asesinar a 3 prostitutas durante el tiempo que ocupó la habitación en 1991. Se suicidó en la cárcel en 1994.
En 1962, una huésped de genero femenino saltó de una de las habitaciones del hotel, matándose a ella y a un pedófilo que pasaba caminando por la calle.

El Asesinato-suicidio de Utah (EE.UU)

En septiembre de 2014, una adolescente volvía a su casa para encontrar a sus padres y a sus 3 hermanos muertos. ” En un cuaderno, una lista de tareas pendientes estaba garabateada en un de sus páginas… La lista parecía demostrar que la familia se estaba preparando para sus vacaciones. Puntos como “Dar de comer a las mascotas” o “Encontrar a alguien para que cuide la casa” eran algunas de las tareas a realizar. Todas las pruebas llevaban a la conclusión del “Asesinato y posterior suicidio” (Cuando el asesino se suicida luego de cometer el asesinato). Pero no había nota de suicidio, ningún indicio previo que explicara una decisión tan drástica. Y las notas de las vacaciones indicaban que la familia estaba realizando planes a futuro.
La policía no pudo descifrar por que 2 padres se sucidarían y matarían a 3 de sus 4 hijos.

Por un año nadie supo exactamente que le había ocurrido a la familia o que habría llevado a los padres a hacer lo impensable. En enero, la policía liberó más detalles escalofriantes del caso. De acuerdo a las entrevistas realizadas por la policía a los familiares de las víctimas, se llegó a la conclusión de que los padres creían firmemente en que el apocalipsis vendría pronto y fue esa la razón del asesinato.

Como reportó el Washington Post:

Amigos y familiares contaron a la policía que los padres estaban preocupados por “el mal en el mundo” y querían escapar a un posible apocalipsis. Pero la mayoría de ellos asumieron que solo querían mudarse a algún lugar alejado de la ciudad. Al mismo tiempo, los investigadores encontraron cartas escritas por Kristi Strack (La madre) a uno de los más malvados asesinos de la historia, Dan Lafferty, quien fue apresado en 1984 tras haber apuñalado a su cuñada y a su hija de 1 año. De acuerdo a los testimonios del juicio, él había matado a las víctimas por orden de su hermano, Ron Lafferty, quien aseguraba haber tenido una revelación de Dios.

La policía también dijo que Kristi se hizo amiga de Dan Lafferty y que incluso lo visitó en la prisión junto a su marido.

La Leyenda de las Gemelas

Una feliz familia vivía en un rumbo muy cercano a una transitada carretera, debido a esto la joven madre las acompañaba diariamente al colegio y caminaban las tres tomadas de la mano, teniendo especial cuidado al toparse con la mencionada carretera, las pequeñas hasta el momento no tenían permiso de cruzar solas.

Uno de tantos días la madre recibió en su celular una llamada urgente del trabajo la cual tuvo que atender, le exigían su presencia de inmediato, por lo cual se vio en la necesidad de dejar que las gemelas continuaran el camino solas.

Con mucho pesar despidió a las niñas, dando indicaciones para no se soltarse de la mano y tener mucho cuidado al cruzar. Las dos pequeñas siguieron las instrucciones de su madre, miraron a ambos lados de la carretera, y al ver que estaba libre cruzaron

Apenas se giraba la madre para cambiar de rumbo, cuando se escuchó un golpe muy fuerte a sus espaldas, volteó de inmediato para ver con terror que sus hijas estaban debajo de un camión, fueron atropelladas perdiendo la vida en al instante.

El pesar duró mucho tiempo, pero transcurridos cuatros años, la madre dio a luz de nuevo gemelas, estas era muy parecidas a sus fallecidas hermanas, lo cual le hacía tener presente aquel fatal accidente. Esta vez tenía una terrible obsesión por su cuidado y no les permitía estar cerca de ningún peligro, en especial aquella temida carretera.

Pero no podía estar detrás de ellas las 24 horas, y un día, se vieron muy cercanas al peligroso lugar, decididas a cruzar vieron hacia los dos lados, no había ningún auto, con un paso en el asfalto, fueron tomadas del hombro bruscamente por su madre, quien lloraba desconsoladamente, diciendo –No crucen- a lo cual recibió una respuesta inesperada de las dos pequeñas: 

-No pensábamos cruzar, ya nos atropellaron una vez, no volverá a suceder